Las tensiones y la formación de acordes sustitutos, primera parte
Uno de los temas que más me intrigaba en mis épocas de estudiante era el de las tensiones que podía admitir un acorde y cómo su uso podía derivar en sonoridades distintas, más complejas que el acorde original. Cuando lo entendí, el concepto me pareció fascinante y me abrió una puerta a recursos armónicos y melódicos indispensables para entender mejor el jazz, el rock y la música contemporánea, aplicables a la composición, el arreglo, la interpretación y la improvisación.
Éste es el primero de una serie de artículos dedicados a este tema.
La música es un juego de tensiones. Tensiones de todo tipo: rítmicas, melódicas, armónicas. Incluso el ataque, el fraseo o la instrumentación pueden constituir un elemento de tensión al servicio de la expresión artística. Pero centrándonos en la cuestión armónica, la idea de tensión se refiere a un concepto muy preciso en la forma que ha sido entendida por los jazzistas, rockeros y músicos contemporáneos.
Para los compositores del siglo XVIII, las tensiones armónicas estaban limitadas al uso de la séptima menor en acordes dominantes, menores y disminuidos, y más rara vez a la séptima mayor en acordes mayores y menores. Utilizaban también la suspensión de la cuarta que resuelve a la tercera y la séptima disminuída en acordes disminuidos. Ocasionalmente una novena por aquí y por allá, pero rara vez más que eso. En cambio, utilizaban un buen número de ornamentaciones y tensiones melódicas: Apoyaturas, acacciaturas, échapée, anticipos y suspensiones.
Conforme pasaron los años, ya entrados en el siglo XIX, las notas más allá de la séptima comenzaron a ser incorporadas de forma cada vez más habitual. Con la llegada del siglo XX, la aparición de jazz inaugura una forma distinta de entender y utilizar estas tensiones.
Si pensáramos en un acorde de Dm como segundo grado de C, al extenderlo añadiendo terceras más allá de la séptima, obtendríamos:
El problema aquí es que tendríamos un sonido muy pesado. Pero no sólo eso: Un acorde de Dm que incorporara hasta la trecena, contendría todas las notas de la escala diatónica de C. ¿Cómo podríamos diferenciarlo de un acorde de Fmaj7(13), siendo que ambos tienen las mismas notas?
Es por ello que cuando utilizamos tensiones más allá de la séptima, otro tipo de consideraciones son necesarias. La idea de los jazzistas fue desarrollar un sistema de sustición de las notas de la estructura básica, de modo de conservar al menos en alguna medida el color del acorde y su calidad, al tiempo que la sonoridad es enriquecida con tensiones.
En este sentido, el concepto mismo de acorde —omnipresente en la teoría armónica tradicional— comienza a sernos insuficiente. Si Dm7(13) tiene las mismas notas que Fmaj7(13), ambos acordes serían en realidad el mismo. Ocurriría lo mismo con cualquier acorde diatónico a C. Dm, G7, Cmaj, todos serían el mismo acorde. La única pista que tendríamos para diferenciarlos sería la inversión. Pero el concepto de acorde tradicionalmente considera que la identidad de un acorde está dada en razón de su fundamental y no de su inversión.
Así que tenemos que integrar otros conceptos que se fueron desarrollando en el medio jazzístico con una finalidad decidídamente pragmática. En el jazz había que ver el cifrado y responder de inmediato improvisando el acompañamiento y el solo, incorporando las tensiones adecuadas.
Es así como la necesidad obligó a desarrollar otro tipo de conceptos.
Las familias cordales ó chord families
Las familias cordales son una forma de agrupar acordes que comparten ciertas características y propiedades. Es una forma de categorización de los acordes basado en sus estructuras.
La armonía tradicional nos diría que a partir de una escala mayor se obtienen siete acordes diatónicos naturales, cada uno con una función:
Pero el concepto de familias cordales nos lleva a recategorizar los elementos de una escala desde una perspectiva distinta. ¿Para qué habríamos de hacer eso? ¿No es el concepto de función armónica suficiente? Bien, como iremos viendo a lo largo de esta serie de artículos, el concepto de familia nos permitirá hacer generalizaciones útiles al momento de incorporar tensiones más allá de la séptima y a partir de ellas derivar sustituciones.
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