Dominantes artificiales y secundarios - Primera parte
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La armadura oculta
Podemos observar también que las alteraciones que hemos incorporado utilizan hasta el cuarto sostenido y un bemol a partir de la armadura de la tonalidad original. Así que la relación entre una tónica mayor y las alteraciones de las regiones que representan a sus modos está dada en razón de esta fórmula:
+4, -1
...en la cual el símbolo "+" representa el número de sostenidos y el "-" el número de bemoles.
Estando en C, la armadura oculta es la siguiente:
En cambio, para la tonalidad de G que tiene F# sostenido en su armadura, la armadura oculta (que aparece entre corchetes) sería:
Para la tonalidad de F, con un bemol en su armadura, la armadura oculta es:
...y para Eb será:
Por supuesto, la armadura oculta nunca se escribe en una obra; es sólamente una ayuda para identificar alteraciones cercanas a una tonalidad con las cuales se pueden construir dominantes y sensibles artificiales que introducen regiones estrechamente relacionadas.
Los dominantes, disminuidos y semidisminuidos artificiales conducen a cada uno de los acordes mayores y menores de una tonalidad. El dominante de C es su V y aparece de forma natural. Hablé anteriormente sobre el vii y no hemos incluido las alteraciones que conducen al vii°. Esta región es bastante más lejana. Ni las regiones disminuidas ni las tonalidades disminuidas existen en nuestro sistema armónico. La región del vii no está relacionada directamente con la tónica (por ejemplo: Bm no se encuentra en la escala de C de forma natural); podríamos verlo, en cambio, como la mediante de la dominante. Es posible utilizar las regiones del vii o del VII o modular hacia ellas, pero dada su lejanía, comúnmente esto requiere de métodos más drásticos y durante el clasicismo no se emplearon dominantes artificiales que condujeran a estos acordes.
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