Un pequeño paseo por la música antigua

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Hagamos un pequeño recorrido por la música antigua a través de la historia, las subidas y los jalones de una época irremediablemente perdida, pero que nos dejó un valioso legado.

Así que la historia de hoy comienza en el seno de la iglesia. Estamos en los últimos años del siglo VI y el nuevo papa es el hijo de una familia romana, patricia y pagana, que se ha convertido a la fe cristiana. Su nombre es Gregorio I y será recordado como Gregorio Magno.

Tras la caída del Imperio Romano era evidente para Gregorio que la nueva iglesia debía basarse en la unidad: Unidad de credo, unidad de canto y unidad de idioma. A él que no le vinieran con formas personales de adorar a Dios. Él quería que en todas partes se cantara lo mismo, se rezara igual y en el mismo idioma, porque entendía la importancia de la identidad cultural para hacer que su iglesia durara. Y lo consiguió. Quizás a ello se deba que se le recuerde como Gregorio Magno.

En consecuencia, Gregorio escribe la Regula Pastoralis —un manual sobre moral y predicación— y ordena la elaboración de una colección de cantos e himnos cristianos. La idea era centralizar el poder de la iglesia al tiempo que se construía la unidad cultural de la cristiandad. La misma forma de predicar y los mismos cantos deberían resonar en todos los confines del nuevo imperio cristiano.

Pero a Gregorio no le dio la vida para ver culminada su obra. Mucho tuvo qué ver que cuando la ordenó aún no existía un sistema de notación musical más o menos confiable.

Dos siglos más tarde de que Gregorio ordenara esta compilación, un monje llamado Guido de Arezzo desarrolla un sistema de notación musical llamado el tetragrama, tratando de resolver las dificultades para memorizar los cantos. El tetragrama no indicaba la duración de las notas, que seguían el ritmo del verso, pero aún así fue la mejor herramienta creada hasta el momento para poder recordar un canto.

En los años siguientes la colección pudo ser completada y será conocida como El antifonario del canto gregoriano en honor a la memoria de Gregorio, aunque los cantos no fueron compuestos por él y la mayoría fue compilada doscientos años después de su muerte.

El antifonario estuvo en uso durante la edad media, pero también pasó lo que pasa en la historia: robos, incendios, saqueos, guerras, humedad, hongos. Al cabo de algunos siglos, poco quedaba de esos antiguos antifonarios pacientemente copiados a mano.

Así que a lo que hoy en día llamamos Canto gregoriano es a una nueva compilación ordenada a finales del siglo XIX por el papa Pío X a los monjes benedictinos de Solesmes. Esta compilación fue aprobada oficialmente con el nombre de L'edizione vaticana dei libri gregoriani en 1903.

Y a todo esto, ¿cómo sonaban esos cantos?

La Biblia habla de instrumentos que podían ser utilizados para alabar a Dios: flautas, salterios, percusiones. Pero para las autoridades cristianas de la antigüedad, esos instrumentos estaban demasiado relacionados con la tradición pagana, algo que la iglesia quería evitar a toda costa. Así que durante la baja edad media el único instrumento permitido dentro de la iglesia fue el único que habría sido creado por Dios mismo: la voz humana.

Comenzaremos esta lista con un Vesper, una oración para cantarse por la tarde. Éste en particular es un Vesper para la cuaresma: Vexilla regis Prodeunt

Los cantos eran monódicos —sólo una melodía sin acompañamiento— y sólo las voces masculinas estaban permitidas. Conforme la cristiandad evolucionó, las mujeres fueron también admitidas para cantar, pero el celebrante, el sacerdote, siguió siendo un hombre.

Son cantos solemnes que expresan un sentimiento religioso. Como expresión religiosa, el texto era la razón de existir del canto. En ocasiones es sólo la repetición de un par de frases. Por ejemplo, el texto de un Kyrie es:

Kyrie eleison, Christe eleison, Kyrie eleison

...que significa: "Señor ten piedad, Cristo ten piedad, Señor ten piedad".

Notarás que los intérpretes evitan proyectar la voz de forma operística. Esto se debe a que los individuos no deben hacer nada por sobresalir. Ésta es una plegaria humilde, es el rebaño, aquí no hay lugar para demostraciones de talento. Curiosamente los coros de Gospel en Estados Unidos siguen una estética complétamente opuesta a ello, pero el gospel viene de una reinterpretación protestante del cristianismo, muchos siglos después de la estética gregoriana.

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